domingo, 29 de julio de 2012

Capítulo 10.


Me desperté con una sonrisa tonta en la cara, y más temprano de lo normal. Aunque siempre que me despertaba solo cinco minutos antes, ya era extraño. Hoy me desperté una hora antes, pero sin sueño. Solo con ganas de salir de la cama.

Me metí en la ducha y al salir me asomé a la ventana. El cielo estaba completamente gris, supongo que a lo largo del día llovería. Aunque me encantan los días de lluvia.

Busqué algo de abrigo en mi armario y cuando por fin pude encontrar algo, me vestí. (http://www.polyvore.com/winter/set?id=53026426)
Cuando bajé a la cocina mi madre se sorprendió al verme ya despierta y lista para irme. Pude desayunar tranquila y sin prisas, mi estómago me lo agradecería durante las clases.

Al salir de casa hacia la parada del autobús, seguía manteniendo mi primer pensamiento al despertarme: sería un buen día.


H

Me levanté y noté como el frío me penetró la piel. Había dejado la ventana abierta por la noche, y ahora solo iba con un bóxer. Cerré la ventana y me puse unos pantalones cortos de pijama y una camiseta blanca.

Bajé al salón y me tumbé en el sofá, cogí el mando y encendí la tele. Lo primero que vi: mi cara. Apagué de nuevo la tele y me levanté. Entré en la cocina y empecé a preparar el desayuno para mí y para Louis.

- Hola precioso. – Louis pasó a mi lado vestido solo con la parte de debajo de un pijama y me revolvió el pelo. - ¿Qué haces? – cogió una uva del frutero y se la llevó a la boca mientras yo sacaba el café recién hecho de la cafetera.
- Preparar el desayuno para los dos.
- Aiiiiiss si es que eres mi hombre perfecto. – besó mi mejilla y sonreí. Louis sacó dos tazas de la lacena y las puso en la mesa. Yo vertí el café en el termo para que no se enfriara y lo llevé también a la mesa acompañado de tostadas y mermelada.
- ¿Qué vas a hacer hoy? – le pregunté mientras untaba mi tostada para darle un mordisco.
- Voy a comer a casa de Eleanor. – dijo él mientras repetía mi acción de antes y luego daba un sorbo a su café. - ¿Y tú?
- Ni idea. – Louis levantó una ceja.
- ¿No vas estar hoy con Kelly? – le miré y pude notar una sonrisa en sus labios.
- No lo sé. Supongo que tendrá clase, tendrá que estudiar y ya le saqué una tarde entera ayer...no me quiero interponer en su vida...
- ¿Harry? – Levanté la cabeza-
- ¿Si?
- ¿Eres tonto? Quiero decir, eres tonto. Ya te has interpuesto en su vida. Es más, la has inundado por completo. Tú lo has querido así, y así es. Quieres pasar tiempo con ella, igual que ella quiere pasar tiempo contigo. – me levanté y llevé mi taza al lavavajillas. Lugo fui directo al salón y volví a tirarme y encender la televisión.

Los chicos. Yo.

Adiós tele.

- Harry. – Louis se sentó a mi lado. - ¿Qué pasa?
- No lo sé.
- Claro que lo sabes. Y tiene algo que ver con Kelly. ¿Qué es lo que pasa con ella? A mi me pareció ver ayer que todo iba a las mil maravillas, ¿es que no es así?
- No. – pasé una mano por mi pelo. – Ag. Es que Louis...no quiero hacerle esto...
- ¿Hacerle el qué?
- Esto. – dije encendiendo la televisión para que viera nuestras caras en ella. – No quiero arrastrarle a la fama. La gente es muy cruel. Y critica por criticar, solo con el único motivo de querer hacer daño. No les importa como realmente es una persona. Van siempre a por ti, siempre. Hagas algo bueno o malo. Y no quiero eso para Kelly, la comerán viva. Nunca ha estado expuesta a algo así, ni por asomo. 

Lo solté todo de golpe. Lo cierto es que llevaba toda la noche en vela, porque nada más ver como volvía a su casa después de haberla besado prácticamente en los labios, vi lo que era evidente. Aquello podía ir a más, y si iba a más, llegaría a su fin.
No quiero hacerle daño. Es fuerte, lo sé. Pero cuando te conviertes en el punto de mira de la gente, es muy fácil sacar todo lo malo de ti. Y tarde o temprano, esa fortaleza natural de Kelly, se vendría abajo. Arrastrándola a ella también.

Y no podía permitirlo.

- Harry. – las lágrimas acudían a mis ojos y me rogaban poder salir, Louis lo notó y me pasó un brazo por los hombros, abrazándome. – Escucha, sé lo que es. Sé lo que se siente, tanto yo como Liam lo sabemos muy bien. ¿Cuántas veces no han criticando a Eleanor o a Danielle por Twitter? Y eso no les hizo rendirse. ¿Qué por qué? Porque nos tienen a nosotros, y eso es lo que a ellas más les importa.
- Es diferente Louis, sus profesiones las han hecho saber afrontarse a nuestro mundo más fácilmente.
- Es lo mismo, Harry. ¡Dios! Te gusta, y mucho. Solo mírate, no veías a alguien así desde...desde que me conociste. – no pude evitar sonreír. – En serio. Y es lo único que debería importarte. Ve a por ella, conquístala, hazle saber que la harás feliz y te prometo que a ella la fama, y todas sus consecuencias, le serán tan solo una hormiga en su camino. Porque sabrá que te tiene y tú la tienes a ella, y si es así. ¿Qué importa el resto?

Louis me sonrió al finalizar sus pensamientos. Aunque mantenía el semblante serio, lo que me proporcionaba saber que todo lo que decía iba realmente en serio. Eso me hizo sentirme mucho mejor.

- ¿Qué crees entonces tú que debería hacer? – Louis se levantó del sofá y me miró directamente a los ojos durante un rato. Luego una sonrisa, una de esas sonrisas que te indicaban que estaba a punto de cometer una locura, apareció en su cara.
- Vamos a jugar al camuflaje.







Hoooooola. 

Sé que es una caca de capítulo, enanamente corto. Pero esta parte de la historia era necesaria. Pero espero volver a subir pronto, así que no os preocupéis, en nada vendrá la acción. 

¿No habéis notado ningún cambio en el blog? Si, ahí arriba. A aparecido esto en una de las casillas: http://takemeaway-malik.blogspot.com.es/ Lo ha dejado ahí Dora la exploradora. 

Bueno, que nada, que mil gracias por leer. Os quierop muchop, demasiadop. 
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Guapas.

miércoles, 25 de julio de 2012

Capítulo 9.



Podía notar su aliento sobre mi pelo y escuchaba cada latido de su corazón y eso me hacía ponerme nerviosa, hasta tal punto que era mi corazón el que se aceleraba.
Me separé un poco por vergüenza a que él notara ese cambio, aunque quería quedarme en ese momento para siempre.

- ¿Estás mejor? – susurró apartándose para verme a los ojos, despegué la cabeza de su pecho.
- Si...es solo que... ¿puedo ir al baño? Quiero lavarme la cara, no me gusta que me miren llorar...
- Oh, claro. Ven conmigo. – cogió mi mano y como una pequeña descarga sacudió todo mi cuerpo. No tardamos nada en llegar al baño, entonces se detuvo y me soltó. – Te espero aquí. – me sonrió y yo entré en el baño.

Nada más entrar apoyé las manos sobre el lavabo y fui subiendo la mirada hasta verme al espejo. Tenía los ojos irritados. Abrí la villa y me cubrí la cara de agua. Con una toalla que había allí me sequé y me volví a mirar al espejo. Suspiré y tomé aire antes de salir. Él me esperaba.

- ¿Qué tal? ¿Mejor? – volví a suspirar.
- Creo que si.
- ¿Lista para volver con los demás?
- ¿Tengo muy mala cara? – le pregunté frotándome los ojos. Él agarró mis brazos impidiendo que siguiera.
- Que va...yo te veo bien. Solo que...- dijo con tono preocupado observándome sin parar.
- ¿Solo qué? – levanté las cejas.
- Mmmmm....veamos....- levantó su mano izquierda y tocó mi cara un poco más debajo de mi pómulo, levantó la  derecha he hizo lo mismo con el otro lado de mi cara. Sonreí. – Estás perfecta. – me miró a los ojos dedicándome la mejor sonrisa y tuve que agachar la cabeza para que no notara el color en mis mejillas. - ¿Vamos?
- Vamos.

Pasamos por la sala donde antes estaban todos, pero ahora se habían trasladado a la sala abierta de al lado donde había una mesa con aperitivos. Había más gente de la que recordaba.

- Ven, quiero presentarte al resto. – nos acercamos a un grupito donde se encontraban también Niall y Louis.
- ¡Harry! No sabíamos donde estabas. – dijo Niall.
- Fui al baño un momento. – en ese momento tomó mi mano y me acercó más al grupo.
- ¡Kelly! – me giré hacia quien me llamaba y era Louis, le sonreí. – Ya empezaba a pensar que no volvería a verte. Aunque todas vuelven.
- ¡Oye! – una chica de pelo marrón y ondulado le pegó en el hombro.
- Lo siento Ele, pero sabes que mi simpatía es irresistible. – ella se limitó a negar con la cabeza y luego me miró.
- ¿No nos presentas a tu amiga, Harry? – en ese momento la timidez se apoderó de mi y sin quererlo estreché con fuerza la mano de Harry.
-  ¡Claro! Ella es Kelly. Kelly, ella es Eleanor, la novia de Louis.
- Encantada. – se acercó a mi y posó dos besos sobre mis mejillas acompañada de una cálida sonrisa. Era muy guapa.
- Mira, él es Liam. – él nombrado me miró y sonrió repitiendo la acción de Eleanor.
- Así que tú eres la famosa Kelly, Harry no paraba de hablar de ti ¿sabías? – vi como Harry le daba una patada a Liam.
- Harry, no pegues a mi chico. – reclamó una chica con el pelo algo más oscuro que Eleanor, pero el suyo era rizo. – Hola. – besó mi mejilla. – Yo soy Danielle, la novia de Liam. – este le sonrió.
- Y ese solitario de ahí es Zayn. – me dijo Harry señalándolo. El chico se limitó a mirarme y saludarme con la mano. – Es algo huraño. – se río. – Que va, es como un oso amoroso, está lleno de amor.
- Bueeeno. Nosotros nos vamos ya. – habló Louis sosteniendo la mano de Eleanor entre la suya.- Adiós amores.
- Adiós Kelly. – dijo ella despidiéndose con la mano, yo le correspondí el gesto.
- ¿A dónde se van? – le susurré a Harry.
- A comer.
- Como nosotros dos. También nos vamos. Encantado, Kelly. – dijo Liam. Antes de que desaparecieran Danielle se despidió con un beso en mi mejilla.
- ¿Y vosotros dos? – preguntó Harry dirigiéndose hacia Zayn y Niall.
- Zayn me deja solo...- se quejó Niall.
- ¿Quedaste?
- Si. – respondió acercándose a la puerta de salida. – Adiós.
- ¿Qué le pasa?
- Ni idea. Pero ya llevaba varios días así. Nunca sabemos donde anda. – Niall suspiró.
- ¿Qué vas a hacer?
- Me iré a casa solo...- se acercó a la puerta.
- Dale el número de Sarah. – me susurró Harry a la oreja. Fruncí el ceño al principio. Pero me pareció una buena idea.
- ¡Niall! – se giró hacia mi. Me acerqué a él y tomé un boli y una servilleta de una de las mesas. – Toma, -  el miró los número sobre la servilleta. – es el número de Sarah. Estoy segura de que se muere porque la llames. – le sonreí y noté como sus mejillas se llenaban de color.
- Oh...Bueno...Gracias. – miró a Harry. – Adiós. Adiós Kelly. – y se fue mirando la servilleta. No pude evitar reírme. Era tan adorable.
- Bueno....y solo quedamos tú y yo...- Harry apareció a mi lado y me habló al oído. Me estremecí.
- ¿No-no íbamos a comer? - dije al darme la vuelta y mirándole a los ojos. Él me sonrió.
- Claro. ¿Vamos?  Nos espera un coche abajo. - asentí.

Fuimos hacia el garaje del edificio y el coche negro de siempre estaba ya allí. Harry me abrió la puerta para entrar y solo puede contestarle con un tímido "gracias". Ahora ya no era Paul el que conducía.

- Harry, ¿y Paul?
- ¿Paul? Oh, pues supongo que ya ha acabado su trabajo por hoy. En realidad es nuestro "guardaespaldas" - hizo comillas con los dedos en la última palabra. - Pero como todos conducen menos yo...pues suele pasar más tiempo conmigo. Ya me estoy preparando para el examen de conducir, lo tengo en unas semanas, supongo que tendré mi coche para mi cumple.
- ¿Cuándo es tu cumpleaños?
- Uno de febrero. Por fin los dieciocho. - sonrió.
- No sabía que tuviéramos la misma edad.
- ¿Pensabas que era mayor? - negué con la cabeza. - Pensaba que te habías quedado en los seis años. - se le escapó una risa.
- Oh, por supuesto. En realidad tengo seis y medio, Louis siempre me rebaja medio año para conseguir la entrada en el cine más barata.
- Eres idiota. - me reí.
- ¿Cuándo cumples los dieciocho?
- Veinticuatro de febrero.
- Así que somos del mismo mes eh...¡Esto es cosa de las estrellas! - dijo con una voz extraña, intentando simular a las pitonisas que salen por la tele a altas horas de la madrugada.
- Repito, eres idiota. - volví a reír.
- ¿Y sabes lo mejor? Que te encanta. - no puede evitar ruborizarme y di gracias a que el coche hubiera parado.
- ¿Por qué paramos?
- Venimos a por nuestra comida. - en ese momento Harry bajó la ventanilla y pude ver que estábamos en un Mcauto.
- Hola, buenas, dígame.
- Un Big Mac, patatas y una Coca-Cola mediana. - me miró. - ¿Qué quieres?
- Eh...Hamburguesa con queso, patatas y una Coca-Cola media también - le repitió el pedido al dependiente.
- Está bien, pasen por la ventanilla uno.

El coche volvió a avanzar y al llegar ya estaba todo. Harry lo recogió y pagó.
Volvíamos a estar en la carretera, tuvieron que pasar unos diez minutos antes de que paráramos de nuevo.
Harry salió del coche y yo hice lo mismo. Se despidió del hombre que conducía y me miró.

- ¿Vamos? - estábamos en la entrada de su casa. Asentí y entramos.

Aun ahora me di cuenta de lo grande que era la casa por dentro. El salón era de unos tonos beige y  blanco. La televisión era enorme, por no hablar del sofá. En esa planta también estaba la cocina que pude apreciarla desde fuera ya que la puerta estaba abierta, parecía muy amplia. Al fondo había unas escaleras que supongo que llevarían a la planta de arriba.

- ¿No te sientas? - me di la vuelta y lo encontré sacando la comida de la bolsa marrón con el logotipo del McDonald's y poniéndolo sobre una mesa que había en el centro. Me senté a su lado pero guardando distancias. - Coge el mando y enciende la tele, porfa. - justamente el mando estaba a mi derecha. Encendí la tele y salió Disney Channel.
- ¿Disney Channel? ¿En serio?
- ¡Es culpa de Louis! - me reí.
- Pensaba que tú eras el niño de seis años y medio.
- El tiene dos.. – se rió. – Toma. – me pasó mi hamburguesa. Le saqué el envoltorio mientras él ya le pegaba un mordisco a la suya. Cuando por fin pude saborearla me di cuenta del hambre que tenía ya que acabé antes que él. - ¡Que apetito tienes! – dijo mientras masticaba su último trozo.
- Hoy solo desayuné un vaso de leche y una manzana. Y llevo desde las ocho y media sin comer nada. Condena de los adolescentes, supongo. – introducí la pajita en el vaso de Coca-Cola y pegué un sorbo.
- ¿Qué quieres estudiar?
- Periodismo. – sonrió mientras bebía.
- Oye...- empecé a mordisquear una patata cuando clavó su mirada en la mía. – Siento lo de antes...- fruncí el ceño en señal de no entender mientras terminaba de comerme la pata frita. – No quería que lloraras...Ese no era el propósito de llevarte hasta la emisora...Solo que quería que me creyeras...- agachó la cabeza.
- Lo cierto es que no sé porque me puse a llorar, ni lo había notado hasta que me lo dijiste. Supongo que la canción era demasiado bonita...y vuestras voces son...impresionantes. No pensaba que el talento de One Direction estuviera en tan alto nivel.
- Espera. – dijo con un tono de asombro. - ¿Cómo sabes qué...?
- Sé quienes sois. – le corté en la mitad se su pregunta.
- ¿Qué? Pero...si tú no me creías cuando intentaba decírtelo y... ¿me mentiste? – el brillo que guardaba en sus ojos se desvaneció, parecía... ¿dolido?
- ¡¿Qué?! No, no. Claro que no. Me enteré ayer por la tarde.
- ¿Cómo lo hiciste?
- Es que...estaba sola en casa, con el portátil y se me ocurrió probar a buscar a Louis, no sé porque lo hice, simplemente pasó. Y ahí estabas tú, en una foto con Louis, Niall y otros dos chicos más. Luego me limité a escribir tu nombre y miles de fotos tuyas llenaron la pantalla de mi ordenador. De verdad que no me lo creía. Fui tan idiota al no creerte, lo siento...
- Vaya. La verdad...creo que lo prefiero así, es decir, me alegra que no me hubieras creído. ¿Y si no te comportabas conmigo como realmente eres? Creo que entonces tú no estarías aquí, comiendo en mi casa.
- Me hubiera comportado igual. – aseguré. Y la verdad es que no dudaba de ello.
- ¿En serio lo crees?
- Si. Porque tu ‘tú famoso’ fue el que me habló por primera vez, demostrando lo idiota que eres. Así que te hubiera puesto en tu lugar. – se río durante un momento y luego me miró con una sonrisa en la cara. Me quedé como una estúpida viendo su sonrisa, y es que hasta ese momento no me había fijado en los dos huecos de sus mejillas. - ¡Tienes hoyuelos! – exclamé sin poder evitar tocarlos manteniendo su sonrisa.
- ¿En serio? Nunca me había fijado. – río.
- No me diera cuenta. Son geniales. – seguía con mis dedos en sus mejillas. – Me encantaría tener hoyuelos.
- Opino que tu cara es preciosa así. – levantó su mano hacia mi mejilla y la acarició, haciendo que yo apartara mis manos de su cara. ¿Cuándo me había acercado tanto a él? Estábamos prácticamente pegados.

Me perdí. Me perdí en sus ojos. ¿Cómo podían ser tan preciosos? Un verde perfecto los cubría por completo. El brillo volvía a aparecer, haciendo que me pusiera nerviosa de tal manera que podría darme un paro cardíaco en cualquier momento. Me estaban matando.

- Ha-Harry...
- ¿Si? – apartó un mechón de pelo de mi cara y lo pasó detrás de mi oreja.
- Yo...me tengo que ir...- seguía acariciando mi mejilla. – Mi madre piensa que estoy en casa de Sarah...
-  Pero estás conmigo. – si no dejaba de mirarme de esa forma me desmayaría.
- Y-ya...por eso...tengo que irme a casa...no quiero que me castigue y...y...- se acercó todavía más a mi. –...y...mañana tengo clase...y...
- Está bien. – besó mi mejilla en un movimiento rápido. Sacó su iPhone del bolsillo y tecleó en él. – Vendrán a buscarnos en cinco minutos. – se levantó del sofá y yo aproveché para soltar en un suspiro todo el aire que había aguantado. Me levanté también. - ¿Esperamos fuera? – asentí y salimos de la casa.

En nada el coche ya estaba delante de nosotros. Entramos y permanecimos todo el camino en silencio. Yo no era capaz de hablar, aun seguía muy nerviosa, así que solo miraba a través del cristal mientras notaba sus ojos clavados en mí nuca. Hasta que llegamos.

- Bueno...me voy...- susurré abriendo la puerta.
- Gracias por este día, Kelly. – me besó en la comisura de los labios y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Salí lo más rápido posible y entré en casa.




jueves, 19 de julio de 2012

Capítulo 8.



Hooooooooola. 
Por lo visto he subido más pronto de lo que esperaba, acabo de terminar de escribir este capítulo después de pasarme la tarde escribiendo. 
Quieeeeero recordaros que por ahí abajo, al final de cada capítulo hay un...¿votador? Bueno, algo para valorar el capítulo cuando no os apetece comentar o cuando comentáis también. (que últimamente me queréis poco y ya no comentáis como antes
Y eso es todo, hope you like it. Sois amor. EJEMEJEMcomentarEJEMEJEMcomentar poooooooooor favorEJEMEJEM
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- Kelly, Kelly. Despierta cariño. – abrí los ojos despacio intentando no quedarme ciega con la luz que llenaba mi habitación. Me froté los ojos.
- Mmmm...¿Qué pasa mamá?
- Segunda evaluación. Primer día. – dijo con voz dulce.
- ¿Cuánto tiempo tengo para estar lista?
- Tienes veinte minutos antes de que venga el autobús.
- Me quedé dormida, ¿verdad?
- Si. Voy a prepararte un desayuno rápido.

Cuando escuché la puerta cerrarse giré mi cara quedando bocabajo sobre la almohada y pegué un grito ahogado antes de inmediatamente levantarme de cama.
Tengo un don para quedarme dormida, si señor.

Abrí de par en par las puertas del armario y busqué con la mirada algo para ponerme: sudadera, vaqueros y vans. (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51435523)
Entré en el baño me lavé la cara y los dientes y me peiné.

Bajé las escaleras corriendo y fui a la cocina.

- Diez minutos, no tengo tiempo para desayunar. – dije nada más ver la taza de leche sobre la mesa.
- Bébete la leche y llévate una manzana y te la comes en el bus, anda. – la obedecí me bebí la leche lo más rápido posible evitando que me atragantara, porque sería lo que me faltara ya.

Cogí la manzana y la mochila que ya había dejado lista ayer – ser previsora cuando eres torpe, dormilona y vas sin saber en que día vives es algo que se agradece. – Me despedí de mi madre y caminé a paso apurado hasta la parada, ya que si me ponía a correr nada más tragarme una taza de leche entera me convertiría en una fábrica de papilla a primera hora de la mañana.
Gracias a Dios que no llovía. Y gracias también a que llegué justo a tiempo para coger el bus. Al entrar busqué con la mirada a Sarah, cuando la localicé me senté a su lado y pegué un gran suspiro bajo su atenta mirada.

- ¡Buenos días! – me dijo con una expresión graciosa.
- ¿Buenos? – volví a suspirar.
- ¿Te quedaste dormida?
- ¿Lo preguntas? – se rió. – Esto es agotador.
- Nadie te manda quedarte dormida.
- No fue mi culpa, he dormido mal...
- Oh, ¿con quién soñaste? – me miró con una ceja alzada.
- ¡¿Qué?! Con nadie. – aparté la mirada y pegué un mordisco a la manzana.
- ¿No has desayunado? – negué con la cabeza. - ¡Eres un desastre! – le puse mala cara. –El desastre más bonito del mundo. – me sonrió y me dio un beso en la mejilla. La aparté y acabé de comer la manzana.

Llegamos al instituto y subimos a nuestras clases.

Este es mi último año de instituto. Acabamos de terminar las vacaciones de Navidad y ahora solo queda esperar hasta las próximas vacaciones.

Pasaron las tres primeras clases y la hora de Filosofía la teníamos libre porque la profesora no había  venido. Sarah no estaba conmigo ya que ella es de ciencias y yo de letras. Suspiré por quincuagésima vez en el día. 

Salí de clase y fui a la biblioteca, me senté en una de las mesas con ordenador. Dejé la mochila en el asiento de al lado que estaba vacío y tecleé: One Direction.

Era difícil de creer. Tan imposible. Tan irreal. A ver, ¿cuántas posibilidades había de que Harry, un chico cualquiera en Londres resultara no ser un chico cualquiera sino un componente de la boyband más sonada del momento? Una entre miles de millones.

Lo más idiota es que no me hubiera dado cuenta. ¿Cómo es posible que no lo haya reconocido? Pero su cara me sigue siendo tan poco familiar como siempre. Aunque si he de admitir que Niall me suena, es más creo que Emily tiene alguna foto suya en su habitación, pero nunca me he fijado bien.

El ratón bajaba por miles de fotos de la banda cuando el timbre que indicaba que era hora del recreo sonó. Cerré Google y recogí mi mochila, fui a dejarla en la taquilla y me encontré con Sarah dejando sus cosas en su taquilla.

- ¡Hey! ¿De dónde vienes? – me preguntó mientras me acercaba a ella y cerraba su taquilla.
- Tuvimos hora libre y me fui a la biblioteca.
- Yo acabo de tener Química.

Bajamos al recreo y nos fuimos hacia el césped ella se tumbó boca arriba y yo me senté a su lado.

- Sarah...
- Dime.
- Te acuerdas de...-tomé aire. – Del chico este, de...Harry.
- ¡¿Qué si me acuerdo?! Ayer vino a comer a Nando’s con un amigo.
- ¿A si?  No me dijiste nada.
- Se me pasó...no es culpa mía, no puedo parar de pensar en sus ojos. – sonrió.
- ¿Sus ojos? ¿De quién hablamos?
- Niall, si, se llama así. – pronunció su nombre con duda al principio.
- ¿Niall? ¿Lo conoces?
- ¡Pues claro! Es el amigo de Harry, con el que vino a comer. – juro que por un momento pensé que se refería a Niall, pero a Niall Horan integrante de One Direction, no a Niall Horan amigo de Harry.
- ¿Y se puede saber por qué no paras de pensar en sus ojos?
- ¡Dios! Tiene el azul más bonito del mundo. Y su sonrisa es tan dulce...¿Sabes? ¡Es irlandés! – mi amiga desde ya hace que tiene una gran obsesión con Irlanda. -  Irlandés...Es tan blanquito...no paraba de ponerse rojo cuando le hablaba. – sonrió. – Es precioso. – suspiró y me miró. - ¿Qué querías decirme de Harry?
- ¿Eh? Ah...pues...es que...es difícil de explicar...Harry...Harry es...- el timbre sonó. Sarah se levantó del suelo y me tendió la mano para levantarme yo también.
- Luego me cuentas, que ahora tengo Historia y si me pierdo algo puedes darme por muerta.


Era la última hora y el profesor de Inglés se puso a dar una charla sobre nuestro futuro en vez de dar materia.  En ese instante mi móvil vibró dentro del bolsillo de mi pantalón. Lo saqué sin que se notara mucho y lo puse delante de mí. Era un mensaje de Wassapp.

“¡Hey! ¿Haces algo esta tarde?”
Increíble.

Venga, ¿en serio?

Sentí como un punto en mi estómago, más parecido a un cosquilleo y contesté.

“Harry, estoy en clase, ¿te parece un buen momento para mensajes?"
“¿Estás en clase? ¿A qué hora sales?”
“Ahora.”
“¡Estupendo! Te invito a comer, ¿vienes?”

Levanté la vista para asegurarme de que el profesor no me estaba viendo, y en efecto seguía centrado en su charla. Lo cierto es que levanté la vista también para analizar:

1º Estoy hablando con Harry por Wassapp.
2º Tengo su Wassapp.
3º Harry.
4º Harry Styles.
5º Uno de los componentes de una banda totalmente desconocida para mi antes de ayer – One Direction – me está invitando a comer.

Vale. Ya puedo despertarme. Venga mamá, pellízcame o algo. Un cubo de agua fría, por favor.

“¿Qué dices? Prometo no ser un idiota.”

Tomé aire.

“Está bien.”
“¿En serio? ¡Genial! Ahora yo no puedo irte a buscar pero... ¿puedes venir hasta aquí?
“Claro, dime donde estás y cuando salga voy.”
“Voy a preguntar la dirección de esto, espera un momento.”
“Okey.”

En nada llegó un mensaje con una dirección.

“Vete por la parte de atrás del edificio, le diré a Paul que te espere en la puerta.”
“Vale.”
“Nos vemos :)”

En ese momento sonó el timbre. Todos empezaron a recoger sus cosas. Guardé el móvil de nuevo en el bolsillo y recogí mis cosas también. Colgué la mochila sobre mis hombros y salí al pasillo, bajé hasta la entrada y avisté a Sarah.

- Hola guapa. – me sonrió.
- Sarah, Sarah. – dije nerviosa.
- ¿Qué pasa?
- Harry me invitó a comer. – lo dije como si fuera lo más normal del mundo y volví a sentir ese cosquilleo en mi estómago.
- ¡¿Qué?! ¡¿En serio?! Awwww. ¿Cuándo? ¿Cómo? – no paraba de dar saltitos de alegría cogiéndome de las manos.
- Me habló por Wassapp hace un momento, me ha dado una dirección y me ha pedido que vaya...
- Espera, ¿y tu madre? ¿No vas a comer a casa?
- He pensado que podría decirle que me invitaste a comer a tu casa...- la miré de reojo y se le dibujó una sonrisa pícara.
- Uuuuh Kelly va a mentir por un chico, ¿qué será lo siguiente? ¿Qué te detengan por exceso de velocidad?
- Yo no conduzco. – le pegué leve en el hombro. Se río.
- Pueden detenerte por maltrato.
- Tonta. ¿Me vas a cubrir?
- ¡Pues claro! ¿A caso lo dudabas? – le abracé mientras el bus de vuelta a casa aparcaba.
- Anda, vete ya.

Llamé a mi madre y le dije que iría a comer a casa de Sarah y que me quedaría a hacer deberes, así que no sabía exacta la hora a la que iba a llegar. No supuso ningún problema, como había imaginado.

Fui caminando hasta la primera parada de autobús que llevara al centro de Londres y después de unos quince minutos ya estaba en la ciudad.

Ya llevaba un rato caminando cuando me topé con un edificio con un cartel de una emisora colgando sobre los bloques de piedra. Saqué mi iPhone y comprobé la dirección, no estaba equivocada, era aquí.

Rodeé el edificio llegando a la parte de atrás, como me había indicado. Solo había una puerta, así que me acerqué a ella y la abrí. Levanté la vista y me encontré con un hombre muy grande. Era el señor que nos había venido a buscar para llevarme a casa el otro día.

- Hola, eres Kelly, ¿verdad? – asentí. – Yo soy Paul. Acompáñame. – me dedicó una sonrisa que hizo que me sintiera un poco mejor.

Empezó a recorrer el edificio mientras yo seguía sus pasos.  No paraba de llamarme estúpida en mi cabeza. Y es que, realmente lo era. Estúpida y con problemas mentales graves, y con poca coherencia, y retrasada como ninguna y....

- Llegamos. – Paul apagó mi autocrítica. – Vamos a entrar, pero quédate a mi altura, y sobretodo, lo más importante: guarda silencio.

Abrió la puerta, yo me pegué a su sombra mientras miraba hacia mis pies hasta que él se paró y se dio la vuelta, se apartó y mis ojos se abrieron.

Estaban ahí, delante mía y de unos cuantos reporteros y cámaras. Los cinco.
Comenzó a sonar una música y me puse nerviosa, poniéndome recta.

(Adelante, darle al play)



El segundo chico desde la derecha cogió el micro y comenzó a cantar. Liam. Era Liam, lo puede reconocer por las fotos. Cantaba tan bien  con tanto sentimiento, era increíble.

- My head turns to face the floor. Cause I can't look you in the eyes and say…

Hasta ese momento Harry no había levantado la cabeza, ni yo me había fijado en él, pero clavó sus ojos en los míos y cantó.

- When he opens his arms and holds you close tonight. It just won't feel right. Cause I can love you more than this. Yeah. – Era algo inexplicable. Algo mágico. Fue todo tan rápido y a la vez tan lento. Me llenó. Su voz me llenó de pies a cabeza dejando un escalofrío a su paso. - When he lays you down, I might just die inside.It just don't feel right.Cause I could love you more than this, can love you more than this… - bajó la cabeza con una sonrisa fugaz en los labios que me propinó un pinchazo en el estómago, esta vez no fue un cosquilleo, fue un pinchazo, dolió.
- If I'm louder, would you see me. Would you lay down in my arms and rescue me. Cause we are the same.You save me. When you leave it's gone again. – Niall. Su voz. Niall. Pensé en Sarah,  no sé como fui capaz entre tanto cúmulo de emoción, pero lo hice. Era asombroso.
- Then I see you on the street in his arms, I get weak my body fails, I'm on my knees
Prayin'
. – Louis, ¿en serio era Louis? Solo estuve aquel  momento de nada con él, pero nunca llegué a imaginármelo serio, se concentraba en la canción. Y he de decir que tiene la voz más dulce que he escuchado nunca. 
- When he opens his arms and holds you close tonight. It just won't feel right. Cause I can love you more than this.Yeah – sus voces juntas formaban la mismísima perfección, aunque ese es el único adjetivo que encuentro para describirlo, pero lo superan. -When he lays you down, I might just die inside. It just don't feel right. Cause I could love you more than this.
- I never had the words to say. But now I'm asking you to stay for a little while inside my arms. And as you close your eyes tonight I pray that you will see the light.That's shining from the stars above. – y él era Zayn. Su voz me resultó distinta, en el sentido de que era especial. Realmente especial. Como los otros cuatro, eran especiales.

Cerré los ojos mientras seguían cantando. No podía abrirlos porque aquello me parecía verdaderamente un sueño, uno de los mejores. Me sentí afortunada.

Escuché como en un susurro los aplausos y los comentarios de los reporteros, aun seguía atrapada en mi sueño.

- Hey...Kelly, ¿estás bien? – abrí lentamente los ojos y me estampé, literalmente, ya que pude conseguir mantenerme a flote en la profundidad de sus ojos. Agité la cabeza levemente.
- S-si...¿Por? – contesté sin apartar mi mirada de la suya.
- Estás llorando...- y era cierto, notaba mis mejillas y mis ojos húmedos. Me sequé con el puño de la sudadera ocultando mis lágrimas.
- No es nada...solo que no me lo esperaba y...- esas malditas gotitas no paraban de escaparse de mis ojos.

En un segundo me vi rodeada por sus brazos que me estrechaban contra él de forma protectora. Noté como el pinchazo de antes, ese dolor, se fue convirtiendo en satisfacción. Escondí mi cabeza en su pecho y él apoyó la suya sobre la mía.

Me sentí bien. Me sentí feliz entre sus brazos.



martes, 10 de julio de 2012

Capítulo 7.


Antes de nada, perdón. Perdón por haber tardado tanto en subir capítulo. Pero tuve que dejarlo un tiempo ya que tenía los últimos exámenes. 
Cuando dimos vacaciones, mi querida @eternoGP3_ volvió a Galicia y me pasé las últimas semanas de junio amándola un poquito, llevaba demasiado tiempo sin verla. Y por encima, con las que me quedaron tengo que ir a clases y hacer trabajos y FFUUUU. 
Pero bueno, aquí estoy de nuevo. Gracias a vosotras, y gracias especialmente a @KattStyles y a @thecrazystairs que me han ayudado mucho a seguir esto.
Y pues nada, que gracias. Que gracias por leer esta novela, fic o lo que sea que salió de mi imaginación. Gracias por vuestros comentarios. Sois todo amor, joder. 




El despertador sonó y a duras penas me levanté de cama para meterme en la ducha.
Salí de mi habitación vestida en dirección a la cocina. No había nadie. Giré la cabeza y vi a mi hermana sentada en el sofá viendo dibujos.

- Buenos días. – se dio la vuelta y me vio.
- Buenos días Kelly. – me sonrió. Me acerqué a la nevera saqué el zumo de naranja y busqué un vaso en la lacena.
- ¿Y mamá? – vertí el zumo en el vaso y me lo llevé a la boca.
- Fue a recoger la colada. – dejé el vaso en el fregadero y me acerqué al sofá, me senté al lado de Emily.
- ¿Qué miras?
- ¡Hora de Aventuras! – lo gritó tan emocionada y sin apartar la vista de la televisión que me hizo reír. Me quedé a ver el capítulo entero con ella, ya que en el primer  momento me enganchó, era muy divertido.
- ¿Qué hacéis? – mi madre entró en el salón con una cesta llena de ropa.
- Ver dibujos. – respondí.
- ¿Por qué no subes a vestir a tu hermana? Me la llevo todo el día, que tenemos que comprar las últimas cosas para la vuelta al colegio. ¿A ti no te hace falta nada?
- No, creo que tengo todo. Mañana es la presentación, supongo que nos dirán si necesitamos algo más.
- Está bien. Pues Emily, sube con tu hermana y vístete que nos vamos ya.
- Vaaale. – canturreó. Me cogió de la mano.

Subimos hasta su cuarto y le cogí unos vaqueros y un jersey de punto. Aún estábamos en invierno y había frío. Le ayudé a calzarse y volvimos a bajar. Mi madre le puso una bufanda y un gorro, me pareció excesivo, pero recordé que conmigo siempre hacía lo mismo, aun me sigue diciendo que me ponga una bufanda antes de salir de casa. Sonreí.

- Adiós, Kelly. – se despidió Emily con la mano.
- Adiós Em, adiós mamá. – La puerta se cerró tras de ellas.

Bien, ahora tengo una aburrida tarde por delante.

Cogí el móvil para llamar a Sarah, pero me acordé de que estaba en el trabajo, y si tenía turno de mañana luego estaría cansada...
Pues ahora estaba sola. Pfff.


H

Me desperté con el sonido de mi móvil, al ver que quien llamaba no se daba por vencido, lo cogí.

- ¿Si? – contesté con un hilo de voz ronca.
- ¿Harry? ¿Aun duermes? Si yo ya llevo un buen rato despierto, y mira que es difícil eh...
- ¿Niall? ¿Para qué me llamas? Quiero dormirrrr. – se río.
- Tengo hambre.
- Claro, y ese es un muy buen motivo para despertarme a estas horas. Ve a la nevera y come.
- Es la una de la tarde. – me levanté de golpe de la cama.
- ¡¿Qué?! – miré el despertador, estaba en lo cierto, ¿cómo había podido  dormir tanto?
- Si, y te llamé para que vinieras a comer conmigo, no me apetece cocinar nada. Y estamos solos.
- ¿Cómo qué estamos solos? – me dirigí hacia el baño y me miré un momento al espejo, me revolví el pelo y me senté en el bordillo de la bañera.
- Liam se fue a comer a casa de sus padres con Danielle, Louis se fue a pasar el día con Eleanor y Zayn...lo cierto es que no tengo idea de a donde se fue, solo que me dijo que ya tenía planes. Se habrá ido de compras o algo. No sé. – me rasqué la cabeza. – Entonces, ¿te vienes a comer?
- Vaaaale.
- ¿A las dos menos cuarto en Nando’s?
- Está bien.
- Te veo allí, adiós. – y colgó.

Dejé el móvil encima del lavabo y abrí la villa del agua. Cuando estuvo caliente me metí y me duché lo más pronto posible. Me vestí con unos pantalones beiges, y una camiseta blanca básica. Me sequé el pelo con el secador y lo acomodé como siempre.
Bajé al segundo piso, cogí mi abrigo beis y la bufanda marrón, las llaves, la cartera y avisé para que me vinieran a buscar. En nada, ya había un coche fuera.

En diez minutos el coche ya estaba aparcado fuera del restaurante. Bajé y no pude evitar que algunas fans me vieran. Se acercaron y me pidieron alguna que otra foto y autógrafo. Cuando me dejaron, entré en Nando’s. Nada más entrar una de las camareras de siempre me dijo que Niall estaba en una mesa del fondo, le di las gracias y fui hacia él.

Me senté a su lado mientras saboreaba ya en su boca cada plato que leía en la carta.

- ¿Qué hay, Nialler? – me miró y me sonrió.
- ¡Harry! Pensaba que no llegarías, me estaba muriendo de hambre.
- Lo siento, tuve que firmar un par de autógrafos. ¿Ya sabes lo que vas a pedir? – dije observando yo la carta también.
- Zancos de pollo con patatas y ensalada. – lo dijo todo de carrerilla, me reí.
- Hola, ¿qué vais a pedir? – apareció la camarera. Me fije en ella. Me sonaba tanto...- ¿Harry? Soy Sarah, la amiga de Kelly, ¿te acuerdas de mí? - ¡pues claro!
- ¡Sarah! Si, si me acuerdo. – me sonrió.
- ¿Y qué tal vuestra cita? – sonreí al acordarme de la tarde de ayer, se sentía también a su lado. – No he estado con ella desde ayer, y hoy no creo que la vea...
- Oh, estuvo bien.
- ¿Se portó bien?
- Se portó de maravilla. – me reí levemente. Fue entonces cuando note que ella miró a Niall, el cual no paraba de verla a ella y se ruborizó en unos segundos. – Oh, Sarah, él es mi amigo el irlandés, Niall.
- ¿Eres irlandés? – le preguntó con sorpresa. Más rojo se puso todavía.
- S-si – atinó a decir. Ella le sonrió.
- Me encanta Irlanda, siempre he querido ir. Es un lugar asombroso...- ella le sonreía con toda la ternura del mundo, pero el pobre Niall estaba quedándose de un color morado, y no era por el frío. - ¡Oh! Se me olvidaba que yo venía a preguntaros que queríais para comer...- se río y Niall tembló a mi lado.
- Zancos de pollo con patas y ensalada para los dos. Una cerveza para él y una Coca-Cola para mi, por favor.
- ¡Marchando! Un rato y os traigo todo. – se giró y fue hacia la barra. Cuando se hubo ido completamente de mi vista miré a Niall.
- ¿Qué tal? – le di una palmadita en la espalda.
- ¿Y-yo? Bb-ien. – Sarah volvió a aparecer y dejó las bebidas en la mesa con una sonrisa hacia Niall, este vertió la cerveza en su baso y se la llevó a la boca bebiendo sorbitos muy pequeñitos. Me empecé a reí a carcajada limpia. - ¿Qué-qué pasa?
- ¡Oh, mírate! Eres un saco de nervioso. Tranquilízate Niall, solo es una chica.
- No estoy nervioso. – otra vez ese color en sus mejillas.
- Estás tan rojo que parece que vas a explotar. – se tapó la cara con las manos.
- ¡Eso es mentira!
- Porrrr supuesto. – en nada apareció Sarah con nuestra comida y Niall volvió a ponerse morado. – Que mono eres. – se olvidó de mi y se centró en su plato. Iba a ser una comida muy divertida.


K

Después de comer la lasaña que me había dejado mi madre me tiré en el sofá a ver cualquier peli que echaran en la tele.

Eran las seis y media de la tarde. Subí a mi cuarto con galletas de trocitos de chocolate, me senté en la cama con el portátil apoyado entre mis piernas y encendí el ordenador.

Eché un vistazo a Twitter y a Facebook mientras comía las galletas. Me aburría, me aburría muchísimo. Panic! At The Disco sonaba de fondo mientras pasaba el ratón sobre las imágenes de una página de música.

En un momento divisé a Louis en una de las fotos, el amigo de Harry...Volví atrás y ya no había nada. Supongo que solo serían imaginaciones mías.

Después de unos minutos largos tenía la última galleta en mi mano, le pegué un mordisco y abrí el buscador de Google. Le di a imágenes y mis dedos se deslizaron por el teclado ‘Louis Tomlinson’ No sé porque lo hice. De verdad que no. Pero se me ocurrió, simplemente se me pasó por la cabeza.

Miles de fotos ocuparon la pantalla de mi ordenador. Louis por todas partes. Me fijé exactamente en una de ellas, en la que salía con el amigo rubio de Harry, Niall. Extraño. En otra eran cinco chicos los que aparecían. Dos de ellos no los reconocí, aunque puedo decir que sus caras me sonaban...Luego estaban Niall, Louis y...Harry.

Me quedé un rato viendo esa foto, pero no tardé en volver a ir al buscador de imágenes y esta vez si sabía lo que quería buscar: ‘Harry Styles’

Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. Harry. 


Su nombre abordó mi ordenador. Sus ojos abordaron mi ordenador. Su sonrisa – sentí un pinchazo en el estómago. – abordó mi ordenador. Él abordó mi mente. Él.

Empujé el ordenador y se quedó apoyado sobre la cama. Una foto de Harry completaba la pantalla. Intenté resistirme a su mirada. Pero no puede. Cerré la tapa del ordenador de golpe y lo dejé encima del escritorio.

Me metí dentro de las mantas y me acurruqué entre ellas viendo el portátil de soslayo. ¿Cómo no he podido soportar la mirada de una simple fotografía? Solo eran unos píxeles. Solo píxeles. Aggggg. Me giré y me quedé mirando hacia la pared. Cerré los ojos muy fuerte.

No salía de mi cabeza. Era terriblemente imposible. No podía pensar en otra cosa que no fuera él.

Él.

Harry