lunes, 24 de diciembre de 2012

Capítulo 19.


Me desperté y me vestí para ir al instituto. (http://www.polyvore.com/breakeven/set?id=65774853)

Solo asistí a las tres primeras clases, y luego avisé a Sarah de que me quedaría en la biblioteca a estudiar, ya que para dentro de dos días tenía el examen trimestral de Filosofía y había mucha teoría para estudiar.

Al llegar a la biblioteca, me senté en una de las mesas más alejadas y saqué el portátil de la mochila junto con los apuntes. Me esperaban duras horas de estudio y trabajo.

Habían pasado ya cuatro horas, y solo me sabía dos temas y medio por encima, aun me quedaban como otros dos. Intentaba hacer resúmenes mientras los memorizaba, pero mi cabeza se escapaba a otros mundos.

¿Y cómo no hacerlo si solo podía recordar su voz diciéndome que me quería? Eso había sido el sábado, el domingo no lo pude ver, y hoy, a lunes, llevo un día sin verlo y lo extraño como si fueran siglos sin verlo. Lo necesito tanto y tan fuerte…

Dejé el bolígrafo que sujetaba nerviosamente dando toquecitos con en la hoja y dejé mis manos sobre el teclado, abrí una pestaña con YouTube y en la barra de buscar escribí: One Direction.

Había miles de vídeos. Fui deslizando hacia abajo la página hasta encontrarme con uno que realmente llamó mi atención. Nada más iniciarse aparecieron los cinco, sentados en unas escaleras, algo distintitos en apariencia a lo que son ahora, pero iguales en cuanto a ser ellos mismos.

No pude tapar la carcajada que salió de mi boca debido a Louis. Escuché un ‘sssssssh’ colectivo y subí una mano a mi boca, sonriendo. Frenaba las risas que quería soltar como podía, pero era muy difícil. A medida que se acababan los vídeos, le daba a otro.

- Hola.

Mi corazón dio un vuelco debido al susto. No me había dado cuenta de que alguien se había sentado a mi lado. Llevaba un abrigo negro, un gorro y gafas de sol oscuras. Sonreí. Harry.

- Idiota. – le golpeé el brazo. – Me has dado un susto de muerte. Correspondió mi anterior sonrisa.
- Quería sorprenderte. – dijo, inocentemente, levantando los hombros.
- Y lo has hecho.
- Entonces, he cumplido mi misión. – escuché risas y me acordé de que no había parado el vídeo. Harry frunció el ceño. - ¿Qué mirabas?
- ¡Nada! – paré el vídeo y bajé la tapa del ordenador, pero el pudo echarle un vistazo rápido.
- Oh, son nuestros vídeos diarios en The X Factor. Que recuerdos. – sonrió, una sonrisa melancólica. - ¿Por qué los estás viendo?
- Solo escribí ‘One Direction’ en YouTube.
- ¿Ahora te harás Directioner?
- Solo quería saber un poco más de vosotros. – me sonrojé.

Otro ‘sssssssssh’ salió de la gente de la biblioteca.

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabías que estaba en la biblioteca? Pueden reconocerte…- susurré ahora.
- Vine a buscarte. Niall estaba hablando con Sarah por el móvil, se lo quité y le pregunté dónde estabas y me dijo que en la biblioteca. Y tranquila, no me reconocerán. – dijo, contestando a cada una de mis preguntas.
- No es muy normal que la gente lleve gafas en un sitio cerrado, ¿sabes?
-  Bueno, entonces, ¿qué tal si nos vamos?
- Tengo que acabar un resumen…
- Pues espero aquí. No te distraeré, tú acaba eso.

Sonreí de lado mientras se ponía mirado hacia delante, jugando con sus manos. Empecé a teclear mientras resumía las páginas del libro. Podía notar como movía su pie nerviosamente bajo la mesa, era en lo único que me podía concentrar y empezaba a ser frustrante.

- Harry. – susurré solo para que él pudiera escucharme, giró su cabeza hacia mi.
- ¿Qué pasa?
- Tienes que parar de mover así el pie, me desconcentras.
- Oh, lo siento. Es que me aburro. – me reí.
- ¿Por qué no coges un libro y lees un rato?
- Mmmm…Mejor que eso, ¿tienes folios blancos?
- Si, espera. – busqué en mi carpeta y saqué un pequeño montoncito de folios. –Toma.
- Gracias. Ahora puedes seguir, no te molestaré.

Me extrañó un poco lo de los folios y me quedé unos segundos viendo como empezaba a doblar hábilmente el papel. Él se detuvo y me indicó con la cabeza que siguiera con lo que estaba haciendo. Volví la vista hacia el ordenador y decidí acabar esto cuanto antes.

Después de unos minutos tenía todo acabado, apagué el ordenador y recogí mis cosas guardándolas de nuevo en la mochila. Entonces volví  a ver a Harry, que estaba rodeado de aviones de papel.

- ¿Qué haces? ¿Estás loco? – dejó de mover las manos rápidamente y contempló la mesa llena de su trabajo de origami.
- Cuando me aburro, o estoy nervioso me pongo a hacer aviones de papel. – se encogió de hombros como un niño bueno, llenándome de ternura.
- Ya he acabado, podemos irnos.
- ¡Genial! Vamos. – se levantó de la silla en un salto.

Ya en la calle, se sacó las gafas y las guardó en el bolsillo de su abrigo, y se colocó bien el gorro, mostrando su cara.

- Harry…las fans te reconocerán, y si vienen fotógrafos…
- Y si vienen fotógrafos se les caerá la baba con la novia más guapa que tengo. – no pude evitar sonrojarme. Agarró el asa de mi mochila y tiró de ella, sacándomela y colocándola sobre sus hombros.
- Puedo llevarla, tampoco pesa tanto.
- Pero quiero llevarla yo. – y supe que era mejor no discutir, era lo que menos quería.

Cogió mi mano y empezamos a caminar por Londres. Alguna que otra fan se acercó a pedirle una foto y autógrafo; yo me quedaba un poco al margen, me daba muchísima vergüenza cuando alguna chica se me quedaba mirando, algunas con rencor, otras con simpatía. Y aguantaba la tortura hasta que volviera a tomar mi mano y siguiéramos con el camino.

- Espera, entremos un momento en el Starbucks. Supuestamente salía para coger cafés a todos.  

Por  suerte el Starbucks no estaba demasiado lleno, y casi no había chicas jóvenes, así que no tuvo que atender a fans y avanzamos pronto en la cola. Harry hizo su pedido al dependiente y tuvimos que esperar un rato, ya que eran bastantes cafés. En ese momento, mis tripas empezaron a sonar, demasiado fuerte.

- ¿Tienes hambre? – me susurró Harry al oído. Me sonrojé y asentí. - ¿Has comido?
- No, solo asistí a las tres primeras horas de clase y luego ya me fui a la biblioteca a estudiar. – froté mi estómago, empezaba a doler.
- Deberías haber comido algo. – frunció el ceño. – Podemos pasar por el McDonald’s y te invito a comer algo, ¿sí?
- Vale.

Cuando los cafés estuvieron hechos, Harry pagó y salimos del Starbucks hacia el McDonald’s.

- Hola, quería una hamburguesa con queso, patas y una Coca-Cola. – el chico con una gorra roja con la ‘M’ amarilla apuntó y levantó la vista de nuevo.
- ¿Algo más?
- ¿Tú quieres algo? – pregunté a Harry.
- Un McFlurry de Oreo con chocolate, por favor.

En tres minutos todo estaba listo. Harry tomó la bandeja y subimos a la planta de arriba, nos sentamos en una mesa apartada y empecé a comer. Mi estómago dio una muy buena bienvenida a la comida, estaba más hambrienta de lo que pensaba. Di un sorbo a mi Coca- Cola después de acabar todo y me di cuenta de que Harry no sacaba su vista de mí.

- ¿Qué pasa? – dije tímida.
- Nada, me gusta mirarte. – me regaló una de esas sonrisas que te deja sin aliento.
- Eso es siniestro. – me burlé.
- Oh, perdóneme usted, señorita. – me reí. Harry se metió una cucharada de helado en la boca sin parar de mirarme. - ¿Quieres? – me ofreció, asentí y levantó la cuchara hasta mi, en dirección a mi boca, pero subió y dejó el helado en mi nariz.
- ¡Eres un idiota! – me limpié la nariz con la mano y le dediqué una mirada indignada.
- Te sienta bien el helado. Aun tienes un poco, espera. - Se acercó muy lentamente y enarcó su dedo para recoger el helado restante, luego se lo llevó a la boca y lo lamió. – Exquisito.
- Boh, anda vámonos.

Salimos del McDonald’s por fin, al pisar la calle entrelazó nuestras manos y empezó a moverlas hacia adelante y atrás con mucho entusiasmo, como un niño pequeño. Era consciente de las muchas miradas que caían sobre nosotros, pero no me importaba. Nada importaba a su lado. Solo él y yo.

- Llegamos. Los chicos están arriba, en el estudio. – estábamos frente a un gran edificio lleno de pequeñas ventanas.
- ¿Estáis escribiendo nuevas canciones? - entramos en el ascensor.
- Estamos trabajando en el nuevo disco. Queremos superar el anterior, aunque va a ser una tarea muy difícil. – el ascensor se abrió y dio vista a una gran sala, donde más al fondo estaba el estudio de grabación, los chicos estaban en la sala de al lado, charlando entre ellos. -  Hoooooola. – saludó Harry, todos se giraron a verlo y sus miradas fueron directas a mí.
- ¡Kelly! – Louis se acercó y me dio un corto abrazo.
- Hola Louis.
- ¿Qué haces aquí? – Niall se acercó.
- Oh, yo también me alegro de verte, Niall. – el rubio se sonrojó y no pude evitar soltar una pequeña carcajada, me gustaría saber si es así de tímido cuando está a solas con Sarah, aunque con mi amiga no se puede ser tímido.
- La encontré en el Starbucks. – me giré hacia Harry que reflejaba una sonrisa mentirosa.
- Por eso tardaste tanto, ¿me equivoco? – Liam nos dio una mirada tierna.
- No he tardado tanto…- se quejó Harry.
- Niall, Louis y Harry, ¿podéis venir un momento? – un hombre se asomó por la puerta, vestía unos vaqueros y una camisa blanca.
- Vengo ahora. – Harry me besó la mejilla y se fue tras el hombre.

Nos quedamos Liam, Zayn y yo solos. El teléfono de Liam comenzó a sonar.

- Lo siento, es Danielle. – se disculpó y salió de la sala.

Oh, genial. Me acababa de quedar sola con Zayn. Esto era demasiado extraño. Él no hablaba. Yo no hablaba. ¿De qué íbamos a hablar?

- Kelly... – sin darme cuenta, él estaba a mi lado.
- Oh…Hola Zayn.
- Hola. – intentó sonreírme, pero se quedó en un intento. – Creo que tenemos que hablar… ¿no? – era la primera vez que lo escuchaba hablar y notaba nerviosismo en su voz.
- No tienes porque hacer esto Zayn, no es asunto mío. – no me gusta que la gente se sintiera mal, y si hablar sobre el tema iba a hacer ese efecto en él, prefería que no hablara.
- No, si tengo que hacerlo, y quiero hacerlo…- tomó un trago de aire largo y continuó. – Siento lo del otro día…
- ¿Sentir qué, Zayn?
- Que nos vieras..., besándonos…ya sabes…
- No me refiero a eso. Quiero decir, no tienes que sentirlo, ¿por qué deberías hacerlo? Aunque supongo que si lo que quieres es pedir disculpas, no me las tendrías que pedir a mí. – Zayn pasó las manos por su cabeza, exhausto.
- No lo entiendes…
- Creo que tú eres el que no entiende que, con toda esta parafernalia y secretismo, la estás dañando.
 - No quiero que los periodistas la acribillen. – agachó la cabeza.
- ¡Pero qué más da eso! Zayn, ¿te gusta Taylor? – me miró a los ojos y sonrió. – Eso responde a mi pregunta. Bien, pues entonces, ¡demuéstraselo! Porque la tienes loquita.
- Hey, Zayn, ¿intentas quitarme a mi chica? – Harry se deslizó a mi lado mientras Liam, Niall y Louis se acercaban. Besó mis labios durante apenas unos segundos, los cuales supieron a gloria, y pasó un brazo por mi cintura, pegándome a su cuerpo.
- Solo hablábamos. – contesté yo, regalándole una sonrisa a Zayn, que por primera vez, fue correspondida.
- Bueno, nosotros ya acabamos, ¿te llevo a casa?
- Está bien. 







¡Hola! Creo que llevo algo más de un mes sin subir. Y lo siento muchísimo, de verdad que lo siento. Pero es que se me empezaron a acumular exámenes y exámenes y tenía que leerme libros para clase también y pfffff. Me colapsé y tuve que dejar la novela un poco abandonada demás. 

Aunque cada vez que tenía un ratito escribía, así que este capítulo es el resultado de trocitos escritos cada cierto tiempo, no creo que sea demasiado bueno...

Quería desearos una feliz Navidad, disfrutar las vacaciones.
Intentaré subir lo más pronto posible. 

Gracias por animarme a seguir con vuestros comentarios y votaciones, que no me cansaré de repetir que, sin vosotras, no existiría esta novela. 

Os amo, muchísimo